Dos estudiantes españolas de Nutrición Humana y Dietética de la Universidad de Zaragoza comentan sus experiencias tras atender a pacientes de Los Ejidos de Huán y del Policlínico de la UDEP.
Por Cristhian Rojas. 26 agosto, 2014.Estefania Fernández y Sofía Gimeno son estudiantes de Nutrición Humana y Dietética de la Facultad de Ciencias de la Salud y del Deporte de la Universidad de Zaragoza. Ellas estuvieron en Piura durante un 45 días como parte de un programa de becas. Durante su estancia en la ciudad, atendieron a pacientes de Los Ejidos de Huán y del Policlínico de la Universidad de Piura. ¿Qué lecciones dejan dos nutricionistas españolas sobre su paso por Piura?
La mala alimentación en Los Ejidos de Huán
Es difícil para las becadas recordar el caso más crítico de Los Ejidos de Huán, para ellas todos sus pacientes tenían problemas graves en torno a su alimentación. Se quedaron sorprendidas cuando, en plena consulta, una madre se echó a llorar pues sus ingresos no eran suficientes para alimentar correctamente a sus hijos. Además, entre otras trabas, los pobladores no se mostraban confiados al entrar en consulta y su dieta diaria era muy deficiente.
Pero las becadas de España no se desanimaron, lograron sobreponerse a esta situación. “Fue un impulso”, comentó Estefanía, quien cree que aprendieron “a buscarse la vida”, a insistir, a ir por la gente. “La cosa es ‘pillarles'” mencionó Sofía, “hay muchos alimentos que ellos tienen pero que no los consumen -berenjena, alcachofa-. Ellos cogen, los venden, y no saben usarlos en casa”.
Además de las consultas diarias, organizaron talleres de cocina, y las mujeres de la zona se quedaron sorprendidas con recetas en base a verduras que no solían utilizar, o que ellas mismas cultivaban. Como nuevos platillos, las madres de Los Ejidos de Huán agregaron al menú el brócoli sancochado con papa, y la menestra de lentejas con papa, zanahoria y cebolla.
Los pacientes universitarios
La experiencia en el Policlínico fue distinta: mayor participación y preocupación, aunque no por ello mejores cuadros de alimentación. Las estudiantes de Nutrición criticaron, por ejemplo, la falta de importancia que los universitarios dan al desayuno: “Mucha gente no desayuna y luego se pone de cena hasta arriba cosas que no deben. Al dormir, esas son calorías que no queman”.
Suele decirse que la costumbre es un enemigo del trabajo de un nutricionista. Ellas lo saben, pero afirman que si la persona está dispuesta, se puede cambiar. La rutina universitaria no es excusa para no alimentarse correctamente, según comentan. Una de las excusas es la falta de tiempo, pero para la media mañana, por ejemplo, “no cuesta nada echarse una manzana en la mochila”, puntualizaron.